La relojería me ha acompañado desde siempre. Empecé de forma autodidacta, desmontando relojes por curiosidad y aprendiendo con prueba y error, vídeos y foros. Cuando TMI (Seiko) liberó sus movimientos, descubrí el mundo de los mods: ya no era solo reparar, sino crear relojes a medida, eligiendo cajas, esferas, agujas y biseles para cada pieza.

Lo que empezó como un hobby para mí acabó llamando la atención de familiares, amigos y, poco a poco, de muchas más personas que querían “su” reloj personalizado. Abrí una cuenta de Instagram para enseñar mis trabajos y, con el tiempo, nació esta web: un espacio propio donde mostrar cómo se construye cada reloj desde dentro.

Hoy sigo haciendo lo que me apasiona: relojes montados a mano, sin prisas y sin producción en cadena, con un tiempo de trabajo aproximado de 20–25 días por pieza. Mi objetivo es acompañarte en el proceso y transformar tu idea en un reloj único, hecho para ti y pensado para durar muchos años en tu muñeca.